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Impermeabilizante: tipos, ventajas y aplicaciones en superficies

La humedad en superficies es uno de los problemas más comunes en cualquier construcción. Sin embargo, esta situación es fácil de erradicar siempre que se cuente con un sistema de impermeabilización efectiva en el proceso de construcción.

Por esta razón, en este artículo respondemos algunas preguntas relacionadas con este sistema, entre ellas: ¿qué es un impermeabilizante?, ¿qué tipos hay?, ¿cómo impermeabilizar? y ¿cuáles son las ventajas de aplicar un impermeabilizante?

¿Qué es un impermeabilizante?

Los impermeabilizantes son sustancias hechas de resinas, fibras de vidrio, emulsiones, polímeros y otros materiales que se aplican a una superficie para impedir que el agua u otros líquidos se filtren.

La cantidad de impermeabilizante que necesitas puedes
obtenerla al dividir el total de m2 de tu área a recubrir entre
el rendimiento especificado por el fabricante.

Usualmente, se emplean en el revestimiento de techos, terrazas, balcones, depósitos de almacenamiento, sótanos, cisternas, albercas, jardineras o cimientos con el propósito de eliminar las filtraciones y aislar el agua o vapor de agua para mantener las superficies secas.

Tipos de impermeabilizantes

Existen distintos tipos de impermeabilizantes, según los materiales de su composición. A continuación, te presentamos los seis principales, con sus características, superficies y herramientas de aplicación.

Acrílicos o líquidos

Los impermeabilizantes acrílicos son una mezcla de polímeros, pigmentos, polvos y diversos aditivos. Visualmente, son muy parecidos a una pintura para exteriores.

Para este tipo de impermeabilizante, necesitas sellador, resanador y cepillo de ixtle como herramientas. El primero tapa la porosidad de la superficie a impermeabilizar, el resanador cubre las grietas y el cepillo garantiza una aplicación uniforme.

En casos donde exista la formación de grietas en la superficie y movimientos estructurales importantes, se recomienda el uso de una tela de refuerzo que se coloca entre cada capa de impermeabilizante.

Asfálticos

Estos se componen de asfalto disuelto en solvente o emulsionado con agua, fibras de vidrio, polvos y resinas hidrocarbonadas.

Si la superficie que vas a impermeabilizar está en contacto eventual con el agua, un impermeabilizante de este tipo probablemente sea la mejor solución. 

Además del impermeabilizante asfáltico necesitas un sellador o imprimador, resanador y un cepillo de ixtle. El primero tapa la porosidad de la superficie a impermeabilizar, el resanador cubre las grietas y el cepillo garantiza una aplicación uniforme. 

También en este caso se recomienda el uso de una tela, para la formación de grietas y movimientos estructurales importantes.

Todo impermeabilizante asfáltico, por su color y naturaleza, tiende a degradarse muy rápidamente. Para evitarlo, se recomienda el uso de una pintura o recubrimiento reflectivo, el cual (como su nombre lo indica) recubre y refleja los rayos del sol, aumentando la vida útil del impermeabilizante.

Cementosos

Como su nombre lo sugiere, están hechos a base de cemento; es decir, de cal, silicatos y óxido de hierro.

Este tipo de impermeabilizante es muy resistente a la intemperie, va bien con climas templados y fríos, brinda una gran durabilidad e impide la aparición del salitre, una sustancia salina blancuzca y algodonosa que se acumula generalmente en las paredes.

Esencialmente, este tipo de impermeabilizantes se ocupa en cisternas, diques, tanques de almacenamiento de agua o muros de contención.

Para llevar a cabo un proyecto con un impermeabilizante cementoso requieres de cincel, mortero cementoso, adhesivo epóxico para inyección, taladro con propela y una brocha de fibra plástica.

El cincel es útil para preparar las grietas, mientras que el mortero las rellena. Por su parte, el adhesivo repara elementos de concreto que tengan alguna fisura, el taladro sirve para mezclar rápidamente y la brocha es la herramienta de aplicación del impermeabilizante.

Los tipos de impermeabilizantes más importantes son acrílicos,
asfálticos, cementosos, mantos prefabricados y poliuretanos.

Mantos prefabricados

Son impermeabilizantes listos para aplicarse por medio de un pegamento o calor (termofusión). Pueden ser de naturaleza asfáltica, PVC o TPO. Estos se forman por medio de polímeros obtenidos por la combinación de dos o más moléculas idénticas.

La principal característica de los impermeabilizantes prefabricados  es que tienen una gran capacidad impermeable  y resistencia a la contracción y dilatación.

El soplete o calor (según sea el caso) es indispensable para aplicar un impermeabilizante prefabricado. No olvides comprar este tipo si vas a trabajar sobre una superficie de alto tráfico y exposición a rayos UV.

Poliuretanos

Están hechos a base de resinas de poliuretano, ya sea disueltas en agua o 100% sólidas.

Los impermeabilizantes de poliuretano tienen una enorme flexibilidad y excelentes propiedades de durabilidad. 

¿Cómo impermeabilizar?

Si bien existen varios sistemas de impermeabilización, el más popular es el utilizado para el revestimiento de los techos. Por esta razón, te describiremos las directrices que debes seguir si quieres impermeabilizar el techo de tu vivienda, empresa o edificio.

Además, si has decidido impermeabilizar por ti mismo, te recomendamos:

  • Disponer de al menos dos días para hacer el trabajo.
  • Utilizar ropa cómoda y una gorra.
  • Evitar impermeabilizar en temporada de lluvia.

Son dos etapas las necesarias para impermeabilizar un techo
de forma efectiva: la preparación de la superficie
y la aplicación del impermeabilizante.

Preparación de la superficie

La primera etapa en el proceso de impermeabilización es la preparación. A primera vista, esta fase podría parecer irrelevante, no obstante, es la más importante porque de ella depende que el impermeabilizante pueda desempeñar su función de manera correcta. Los pasos que debes seguir en esta etapa son (2):

Paso 1. Evaluación de la losa

Lo primero es examinar la superficie. Para esto es necesario que consideres los siguientes puntos:

  • Material de la superficie: lámina o cemento.
  • Zona geográfica de la construcción: ciudad, campo, playa.
  • Situación en la que se encuentra: buena, regular o mala.
  • Tipo de humedad presente, en caso de que la haya.
  • Procesos a los que se ha sometido la superficie: impermeabilización o reimpermeabilización.

Además de los puntos anteriores, si tu techo es de concreto debes pensar en las bajadas pluviales. Se recomienda tener cuatro de 4’’ por cada 100 m2 con una pendiente de al menos 2%, para que el agua pueda correr y se eviten encharcamientos y problemas de humedad.

El procedimiento que describimos a continuación aplica para techos de concreto por ser el material más utilizado. Sin embargo, si necesitas asesoría para superficies de lámina, no dudes en contactarnos. En Mapei tenemos a los mejores especialistas para  cualquier sistema de impermeabilización.

Paso 2. Raspado de la losa (opcional)

En caso de que la losa haya sido impermeabilizada previamente, lo mejor es raspar la superficie para eliminar los restos del impermeabilizante anterior y las falsas adherencias. Esta tarea la puedes realizar con un cepillo de cerdas de metal o una pala. Ten cuidado al raspar porque puedes rallar o picar la losa.

Paso 3. Limpieza de la losa

La losa debe estar libre de polvo, grasas y cualquier otro material que pueda impedir la correcta aplicación del impermeabilizante. En la mayoría de los casos, basta con barrer la losa para conseguir una superficie limpia.

Preparación para impermeabilizar Mapei México
Una impermeabilización será efectiva siempre que elijas el producto correcto
y sigas los pasos tanto de preparación como de aplicación.

Paso 4. Resanado de fisuras existentes

Se deben resanar o calafatear todas las grietas o fisuras mayores a 1 mm de ancho. El proceso consiste en abrir en “V” las fisuras hasta obtener un ancho de 0.5 cm, posteriormente se limpia y se coloca el resanador que corresponda de acuerdo con el impermeabilizante a usar, con ayuda de una espátula triangular.

Paso 5. La colocación del sellado en la losa

Antes de comenzar con la colocación del sellado, debes revolver el producto hasta obtener una mezcla homogénea. La colocación del sellador debe comenzar en la parte baja de la losa y continuar hacia arriba.

Recuerda no diluir el sellador con agua ni ningún otro tipo de líquido, a menos que se recomiende por parte del proveedor. En general, si lo haces, es probable que sus componentes se alteren y el producto final no sea el deseado.

El sellador regula, cubre la porosidad de la losa
y prepara la superficie para que el impermeabilizante
se adhiera mejor y prolongue su vida útil.

Paso 6. El tratamiento de puntos críticos

Una vez que has aplicado el sellador, debes revisar a detalle la superficie para el tratamiento de puntos críticos. Este proceso varía de acuerdo con el tipo o naturaleza del impermeabilizante, por lo que te recomendamos revisar la hoja técnica del proveedor para usar el proceso específico correcto.

Aquí puedes observar la impermeabilización efectiva que
realizamos en la Biblioteca de la Universidad Iberoamericana.

Aplicación del impermeabilizante

La segunda etapa en el proceso de impermeabilización es la aplicación. Esta fase es esencial para obtener los resultados deseados con la primera y la segunda capa de impermeabilizante (para el caso de materiales líquidos) (2).

1. La primera capa de impermeabilizante

La aplicación de la primera capa debe realizarse de la misma forma que el sellador, es decir, desde la parte baja hacia la alta. Para realizar esta tarea necesitas un rodillo de felpa. Recuerda que no es recomendable diluir el impermeabilizante.

En caso de usar la malla de refuerzo, es necesario seguir este procedimiento: colocar los lienzos de la malla por la parte más baja de la superficie, continuar hacia arriba y en sentido perpendicular a la pendiente.

Después, los lienzos subsecuentes se colocan previa alineación al primero y a favor de la pendiente. Una vez colocados embebe o humedece las mallas con ayuda del cepillo de ixtle, de tal manera que toda la malla quede perfectamente cubierta por el impermeabilizante.

Después de la aplicación, hay que dejar secar entre tres y cuatro horas antes de continuar con la segunda capa.

El color del impermeabilizante no influye en su calidad. Sin embargo,
si vives en una zona calurosa o buscas que la temperatura en el interior
de tu construcción sea menor, elige el blanco.

2. La segunda capa de impermeabilizante

La aplicación de la segunda pasada debe hacerse de la misma forma que la primera, dejando secar por 12 horas. Después de esta segunda capa, tu techo estará protegido. Hay algunos impermeabilizantes que requieren de una tercera capa para aumentar su garantía o durabilidad, en cuyo caso deberás consultar la ficha técnica de tu producto.

¿Cuáles son las ventajas de impermeabilizar?

Por último, queremos compartirte las cuatro principales ventajas de impermeabilizar para que no lo pienses más y decidas proteger y alargar la vida de tus superficies:

  • Protege y aísla a tu edificación de la lluvia.
  • Reduce la temperatura interna y crea ambientes más confortables.
  • Se usa en una amplia gama de superficies.
  • Se adaptan a cualquier necesidad de impermeabilización.

En caso de que necesites asesoría personalizada, el grupo de expertos de Cover Top está para ayudarte. Te invitamos a contactarnos.

Fuente: https://www.mapei.com/mx/es-mx/blog/articulo/2021/09/25/impermeabilizante